En esta ocasión hacemos un recorrido por este clásico imposible de olvidar para los amantes del cine, protagonista del Summer Camp 2019 de Face 2 Face Theatre.
“The Little Shop of Horrors” (1960), la película que se rodó en 2 días
Se la considera uno de los mejores largometrajes de serie B de la historia del cine, pero si por algo se hizo famosa, incluso antes de su estreno, fue porque se rodó en tan solo 2 días. La leyenda dice que su director, Roger Corman, se había apostado que era capaz de rodar un largometraje en dos sesiones de trabajo; la realidad es que el sindicato de artistas había aprobado nuevas normas para la industria cinematográfica y Corman solo disponía de una semana de rodaje antes de que estas últimas entrasen en vigor el 1 de enero de 1960. Así las cosas, la película en la que se basa el musical “La tienda de los horrores” se rodó el 28 y 29 diciembre de 1959, tan apresuradamente que a Corman se le olvidó incluso registrar su propiedad intelectual, convirtiéndose desde su estreno en un largometraje de dominio público.
Por tratarse de un reto, ni el propio Roger Corman sabía al principio la historia que contar en el largometraje. Con su guionista, Charles B. Griffith, pensó inicialmente en un restaurante en el que el chef cocinaba a los clientes, pero descartaron la idea por demasiado terrorífica y gore. Una vez más por la prisas, terminaron optando por una pequeña tienda de plantas y una planta carnívora.
En el reparto protagonista, Jonathan Haze (Seymour, el tímido empleado de la floristería), Jackie Joseph (Audrey, la compañera de Seymour), Mel Welles (el señor Mushnick, dueño de la floristería) y un jovencísimo Jack Nicholson. “The Little Shop of Horrors” se hizo muy popular gracias a su reiterada emisión por televisión en los años 60 y 70. Y saltó definitivamente a la fama cuando se produjo en 1982 su adaptación a musical, que volvería adaptase posteriormente al cine en la película del mismo título en 1986.
“Little Shop of Horrors” (1982), el musical de culto de Alan Menken y Howard Ashman
El tándem Menken-Ashman es internacionalmente conocido por haber marcado un giro en la historia de Disney: ganadores de los Oscar a la Mejor Canción Original con Bajo el Mar y a la Mejor Banda Sonora por La Sirenita; contratados de nuevo en La Bella y la Bestia, más Oscar –que Ashman, tras su fallecimiento, no pudo recoger–; autores de las canciones de Alladin… La gran factoría de cine y musicales infantiles ficha a Alan Menken y Howard Ashman tras el éxito de “Little Shop of Horrors”.
Con libreto y letras de Ashman y música de Menken, el musical se estrenó en 1982 y mantuvo en escena hasta 1987, convirtiéndose hasta hoy en la producción de mayor recaudación de la historia de Off-Broadway. Aclamada por la crítica y ganadora de múltiples premios, fueron múltiples las ofertas para llevar la representación ae Broadway, pero Ashman se negó, aceptando únicamente ceder los derechos para llevar la obra a Londres.
En España, fue Dagoll Dagom la primera compañía que representó el musical en España, en una adaptación al catalán, en 1987. Trece años más tarde, Ricard Reguan y Enrique Cornejo producen el musical en castellano en un montaje muy divertido en el que era imposible dejar los pies quietos y con un jovencísimo Ángel Llácer en el papel del tímido Seymour.
Absolutamente fiel al musical –la adaptación la hicieron los propios Ashman y Menken–, únicamente se cambió el final, curiosamente, después del estreno. En lugar de que la planta dominase la Tierra, Seymour y Audrey conseguían librarnos de ella electrocutándola. La película volvió a estrenarse con el nuevo final y supuestamente se destruyeron las copias del final original, pero este último se coló por error cuando la película se editó en DVD. Una vez más hubo que retirar todas las copias y volver a sacar la versión DVD con el final definitivo.
La película la dirige el gran Frank Oz, al que se le escogió dada su experiencia en “Muppet Show” –“Los teleñecos” en España–, logrando dar a la cita un ritmo inusitado y un estilo absolutamente sarcástico, poco que ver con los musicales vistos hasta entonces. Rick Moranis lo borda en el papel de torpe e ingenuo Seymour, Ellen Greene es la perfecta Audrey gracias a la veteranía que le había dado interpretar el mismo papel en teatro y el que se lleva la palma es Steve Martin, dando vida al dentista Orin Scrivello. Brillante, ingeniosa y descarada, la planta Audrey II acaba enamorando a grandes y chicos cantando a ritmo de soul y rock, por muy carnívora y malvada que sea.
2 nominaciones a los Oscar –Mejor Canción Original y efectos especiales– y a los BAFTA –Mejores Efectos Especiales Visuales–, “La tienda de los horrores” no ganó ninguno de ellos, pero con el tiempo ha acabado convirtiéndose en un clásico del género y una de las mejores producciones de cine inspirado en teatro musical, catapultando a la fama a todos sus intérpretes y, sobre todo, a la desvergonzada Audrey II.
